24.4.06

Coleccionando el Tiempo


Era una casa hermosa. una casa llena de bellos objetos antiguos. más que casa parecía tienda de antigüedades. una tienda infinita de cosas. una casa en la que nunca conocerías todo. una casa en la que siempre encontrarías algo distinto para poder comentar. mis ojos comenzaron a recorrer el lugar. aparecí en la sala de estar en donde habían unos hermosos sillones antiguos de color burdéo. con esas delgadas y pekeñitas patas de madera que tenían que soportar todo el peso del mueble. pero lo que de verás atrajo mi atención desde el primer momento fue la hermosa vitróla junto al bow.window típico de las casas londinenses de ese tipo. me acerqué y noté que tenía un disco. no entiendo muxo de estos aparatos antiguos pero como siempre he sido curioso. metí mano hasta que lo logré hacer sonar. era musica en ingles y como soy malo en la lengua universal. no entendí lo que kería decir la canción. solo me detube a escuchar la bellas melodias y la letra pasaba a 2º plano. mah importante era la bonita entonación de la mujer interprete que de la letra en sí. dejé que la música sonara y me puse a recorrer la casa que era lo que en realidad deseaba desde el comienzo. siempre con muxo cuidado de no romper nada. parecía que todo estaba interconectado y al más mínimo roce de alguna cosa provocaría una cadena que estropearía todo el mítico lugar. fueron los minutos más alegres desde que puedo recordar. esta enfermedad me había llevado a muchisimos lugares horribles y solitarios. pero akí. a pesar de que estaba solo nuevamente, sentía como esos objetos inanimados tenían un efecto de compañía tan fuerte como si hubiera una multitud de personas agolpandose en el pekeño espacio. miré los telefonos antiguos. desde el telefono a cuerda. hasta el telefono con los numeros giratorios. hermosos cuadros grandiosos lugares con legendarías criaturas. la creación del mundo. montañas altas en donde habitan los dioses. incluso el fondo del mar en donde lucían sirenas cantando a los marinos que caían rendidos en sus mágicos y malignos encantos. candelabros dignos de castillos mediavales. joyas de todo tipo. copas hermosas como los caliz de una iglesia. al tomarlo entre mis manos sentía como si estuviera sujetando el mismisimo grial. figuras pekeñas que decoraban las mesitas y otras de tamaño real de guerreros y heroes griegos. figuras hechas en mármol de cesares romanos y cuanta cosa se te pueda ocurrir. era una hermosa linea de tiempo. los próximos minutos comenzaron a ser extraños. de alguna u otra manera me comencé a sentir más grande. me comencé a preocuparme. ya que. la grandeza podía hacer que golpeara alguno de los valiosos objetos que habían en este hogar de fantasía. se me ocurrió cerrar los ojos. guardar silencio y concentrarme en la felicidad que había tenido desde el momento en que mis ojos se abrieron y se fijaron en este lugar mágico. la trankilizante voz de la mujer de la vitrola comenzaba a ser hipnotizante y al abrir nuevamente los ojos vi que ya había pasado la sensación de grandeza. por fin podía continuar con mi anelado turismo por esa casa. mientras mah recorría más me gustaba. y ahí empece a notar que a medida que avanzaba más y más cosas decoraban las habitaciones. una tras de otra y algo me impedía regresar. era mi conciencía que me obligaba a continuar. pero siempre hacia delante. era mi curiosidad por descubrir lo desconocido y tener al alcance de la mano esa posibilidad de conocerlo. deje de lado esa pekeña preocupación y continue. comencé a sentir que las cosas se volvían más pekeñas. los objetos de este lado no se comparaban con los de atras. los de aca eran de menor calidad. de menor brillo y hermosura. mi mente se empezó a nublar y ahora tenía pensamientos molestos. la musica dejó de sonar y las que parecían en ese momento joyas eran ahora sucias e invalorables piedras. traté de recordar el comienzo de este lugar pero ya era imposible. hasta el brillo de los cubiertos k decoraban las mesitas se había esfumado de mi cabeza. me di vuelta y miré la casa. desde el techo hasta el piso. que en ese entonces era tapizado. ahora era de cemento. el techo de una madera barnizada paso a podrida y los pasillos ahora eran más amplios pero tristes y apagados.las puertas no existían. la casa comenzaba a convertirce en catacumba y todo kedó atras. la vitrola. la música. los cuadros. los joyas y las piezas de marmol y piedra desaparecieron como los años dorados en que estos lucían en los palacios más importantes de las épocas pasadas.

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