Infierno

el trance me transportó a un lugar recargado de fuerza negativa, era una fusión extraña entre todos los malos estados del ser humano, de a poco me fue invadiendo el miedo, que con el transcurrir del tiempo me puso la carne de gallina, hice el intento de mirar a mis espaldas pero no podía, mi subconciente estaba en pánico y no podía siquiera moverme, los musculos comenzaron a ceder y temblaba desesperadamente, el sudor recorría desde mi frente hasta el empeine de mis pies, una segunda incomodidad, la suciedad, comencé a sentir olores insoportables, me confundí e incluso parecía mareado, me ahogaba el hedor que invadía aquella posible habitación oscura, me sentía humedo y la ropa se volvía parte de mi cuerpo, estaba empapado, no resistía aquel castigo. Luego de tratar de buscar respuestas lógicas a una situación ilógica comencé a sentir una nueva sensación, una de las peores, el dolor, percibí como si finas hojas comenzaban a cortarme los pies en distintas parte, sentía como la sangre emanaba de ahi, no podía gritar, el miedo me lo impedía, ya mi cuerpo no respondía a la tortura a la cual estaba siendo expuesto, los dedos de mis manos comenzaban a aplastarse y a doblarse de una manera inexplicable, a esta altura llegaron los dos dolores más fuertes del ser humano, el dolor de cabeza-oido y de dientes, en un principio de lugares distintos provenían continuos sonidos como de acople que se inyectaban como agujas en mis oidos, se me torció el cuello y se me comenzaron a raspar los dientes como cuando la maestra arrastraba las uñas por la pizarra de tiza, luego el dolor de cabeza que casi miraba hacia la posibilidad de que mi cabeza reventara apareció sin pasar desapercibido, ya el conjunto de todo esto me tenía de una u otra forma fuera de este mundo, me sentía más muerto que vivo, si es que esto es estar muerto, ¿será el infierno? así no es como lo pinta la biblia, comienza el hambre, la sed, se me seca la lengua, creo que el sudor se a llevado incluso la saliva, siento calor en un segundo y frio extremo en otro, se me salen de lugar los hombros y las rodillas, ¿cai al suelo? no lo sé, el cabello se me sale a tirones y pareciera que no solo es pelo el que se sale sino también carne acompañada y la sangre se junta con el sudor provocando fuertes ardores, diez segundos puedo respirar y a los otros veinte no, cada cierto tiempo es como si me apretaran el cuello y pierdo la respiración, no sé cuanto más podré aguantar con esta especie de rutina, me cuelgo a ratos, ya no se si el estomago es el que pide alimento o son las cuchilas que siento me atraviezan por la espalda, en los brazos tengo alambres de puas que cada cierto tiempo se incrustan más y más. en los ojos se me empiezan a clavar agujas y dejan correr liquido quedando una especie de hueco donde alguna vez estuvo el globo, siento como unas pinzas me toman uno a uno los dientes y me los arrancan con una fuerza descomunal. Insectos comienzan a salirme de las heridas de mi cuerpo, ya la sangre forma charcos en el suelo, no se como aun vivo, o es mi alma que lamentablemente aun sufre todos los dolores que mi cuerpo muerto no puede sentir. comenzó a quemarceme el cuerpo, la piel no es más que una masa grasosa que aviva aun más el fuego, parece que he sido bañado en parafina o mi cuerpo es inflamable, perdí la forma que alguna vez puedo haber tenido, no se que es lo que queda de mi.
Tratando toda la vida de no cometer pecados y al final de los dias no es a los que has dañado al que debes rendir cuenta, sino a ti mismo, esta tranquilo contigo mismo, no vivas todo tu futuro tratando de arreglar el pasado, pavimenta el camino hacia el futuro, el pasado en pasado se queda y solo aprendizaje para no volver a caerse en el camino de la vida.

no puedo decir que son cenizas porque no lo es.

[colección Onírica]
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