Pánico de soñar la realidad

habia sido una noche horrorosa, cada noche que soñaba cosas de ese estilo al amanecer me convencía de que de a poco me iba volviendo loco, pero a pesar de estas suposiciones mias no era tan asi, ya que mi madre entro a mi alcoba y lanzó al aire un grito espantoso y acto seguido se quedo inmovil aterrada mirandome, quede unos momentos confundido y luego empecé a sentir un ardor en mi frente, me lleve la mano ahí y sentí el fluido rojo que brotaba de ahí, tomé el espejo que estaba en el velador y me miré, tenía un corte a lo largo de la frente, parecía profundo, ya que en el centro la sangre se tornaba oscura, en ese preciso momento comencé a recordar mi horrible sueño, yo estaba jugando futbol con mis amigos del barrio en el lote a dos calles de mi casa, por los tiempos de las vacaciones jugabamos hasta que ya no pudieramos ver por la oscuridad, ahi era cuando comenzaban a poco a llamarnos nuestras madres para que nos entraramos, fue justamente en el momento en que se había ido Rodrigo, como la pelota era de él y tenía que irse me pidió que se la cuidara para que nosotros pudieramos seguir jugando, quedabamos Jaime, Gonzalo y yo así que nos pusimos a jugar "huevito" y para desgracia mia yo era el más malo de los tres que quedabamos así que siempre era yo el que terminaba corriendo. En algún momento en que ya comencé a cansarme le pregunté la hora a Jaime y me dijo que eran las nueve y media, la calle ya estaba demasiado oscura y nos sentamos bajo un palo poste que tenía la luz mala y a cada rato hacía cortes. Nos pusimos a contar las típicas cosas de niños de nuestra edad, comentar sobre las caricaturas y reirnos de las desgracias de nuestros compañeros de curso y amigos de barrio cuando de pronto pasaron frente a nosotros un grupo de tipos de pantalones apretados, chaquetas infladas, una especie de corta viento y calvos, al parecer se sintieron ofendidos puesto que como nos reiamos quizás pensaron que era de ellos de quienes nos reiamos y se acercaron a nosotros, nos comenzaron a insultar y nos tomaron por el pelo, a Jaime lo levantaron y lo lanzaron al suelo con gran violencia, Gonzalo, era el más grande de nosotros me dijo que corriera, y el salió en otra dirección, yo me escondí detrás del auto de Don Clemente, me escuché a Gonzalo tirar al aire maldiciones y luego gritar desesperadamente, sentí golpes fuerte y los tipos diciendole todo tipo de palabrotas, ahi pude divisar me metí debajo del auto y pude ver que uno de los tipos había sacado un cuchillo y jugueteaba con el frente a Gonzalo que estaba tomado de los brazos por los otros dos tipos, yo no había recordado cuantos eran en realidad los sujetos, el miedo me había hecho perder muchos recuerdos de aquel momento, luego de eso recuerdos que a Gonzalo lo tiraron al suelo y le comenzaron a dar de patadas y que alguien me tomó de los pies y me sacó violentamente y traté de soltarme con todas mis fuerzas, en ese momento sentí que una pieza de metal se me incrustaba a lo largo de la frente y comenzaba a correr la sangre que incluso me impedía ver con claridad, me entraba a los ojos y me ardía, en ese momento desperté y aquí estoy nuevamente. Mi madre piensa que me golpíe con algo mientras dormía, quizás el respaldo de la cama o la punta del velador, pero no había rastros de sangre en aquellos lugares, sentí que quizás se preocuparía demasiado o no me creería si le contaba que había soñado que me cortaban aquella parte así que no se lo comenté, ya había pasado un buen tiempo desde que estaban pasando cosas así.

Ahi me vinieron a la mente las ocaciones que pensaba en como sería morir ahorcado y sentí la soga a mi cuello y por unos instantes me desesperé porque no podía respirar y perdía el conocimiento.

[colección Onírica]
[006]