Rincón invisible

Caminando por la Avenida junto a mis primas me di cuenta que existía un pequeño pasaje casi imperceptible incluso para las personas que llevabamos años viviendo en la ciudad, quizás eso se debe a que asumimos el paisaje pero no lo que contiene realmente, es como mirar sin ver, sin detenerse en los bellisimos detalles, bueno, este era uno de ellos; un rincón de la ciudad reservada solo para observadores y gente que llega ahi producto de su amor por la aventura, al entrar en esa estrecha callesita entras de golpe en una maquina del tiempo producto de la ambientación muy bien cuidada de unos 20 años atrás en donde las casas eran de vivos colores con las puertas y marcos de ventanas de un color blanco que daba armonia al conjunto de viviendas.La segunda casita de la izquierda correspondía a una tienda de antigüedades. En sus vitrinas descansaban telefonos de rueda, sombreros de tela, relojes de cadena, discos, gafas de lectura y vestidos largos con sombrillas de sol, con mis primas no pudimos resistirnos a entrar a ese pequeño mundo aparte del que acostumbrabamos a vivir el día a día, nos paseamos por los pasillos repletos de historia riendo de los buenos y malos momentos que se nos venían a la mente, con música de ambiente que la dueña, una ansianita que no evitaba demostrar alegría por jovenes que apresiaran esas cosas, nos había puesto en el tocadiscos tarareabamos los temas que nuestros padres solian cantar en su niñez y que aun hasta nuestros dias cantaban en la ducha o mientras bajaban las escaleras para tomar el desayuno.


música para encerar le llamaban, yo lo llamo: historia con ritmo.

[colección Onírica]
[011]